miércoles, 5 de noviembre de 2008

El entrenador, las estrellas y los buenos de verdad


Mi idea era enfocar la entrada de hoy de otra manera. La intención que tenía minutos antes de ponerme delante del ordenador era ofrecer mi visión general sobre los equipos en esta nueva temporada (algo tarde...), pero es que hay cosas que siempre me llevan al encoraginamiento... que se le va a hacer. Y es que me asombra la velocidad en la que siempre se aupa o se defenestra a un deportista o a una entidad deportiva sólo por un partido o por un inicio irregular de campaña. El ser humano es la leche, pero eso lo sabemos muy bien los seres humanos.


Todo esto viene a colación por la rapidez con la muchos de los aficionados de los Blazers han perdido la fe en que su equipo hiciera este año cosas importantes. Se autoconvencieron de que serían casi invencibles (ayudados por los pronósticos de los más importantes analistas, que les colocaban entre la cuarta y sexta posición en la Conferencia Oeste), y tres baches en los cuatro primeros partidos les ha cambiado la cara. Sólo hay que entrar en los foros de seguidores para ver que la nueva lesión de la bestia parda que es Oden ha bajado muchos brazos. ¡Hay incluso gente que pide un traspaso de su buque insignia, Brandon Roy (todo un pedazo de jugador)!... Aunque de esto último tiene la "culpa" el gran comienzo de nuestro compatriota Rudy Fernandez.

Ni tanto ni tan calvo.

Lo que uno saca en claro de este inicio de temporada de los "abrerrutas" es que, además de que la baja de Oden les ha restado potencia en la pintura y no tienen otro jugador a quien darle el balón bajo canasta (Aldridge y Frye son unos aguerridos aleros de 7 pies... blanditos y Pryzbilla es ciego en ataque), existe una falta grave de juego colectivo en momentos puntuales e importantes de los partidos.
Está claro que Roy no pasa por su mejor momento (no hay que olvidar que se le reparó el menisco un mes antes de iniciar la pretemporada) y que Aldridge sigue sin enterarse de que tiene que pelearse un poquito en la zona (sólo contra Utah, esta madrugada, le he visto jugar de poste y acercarse a canasta para tirar, en lugar de los fadeaways constantes de los 3 primeros choques). Otra cosa que me gustaría comentar de Aldridge es que está empezando a dejar ver ciertas cosas que hicieron caer en desgracia al díscolo Zach Randolph temporadas atrás... y es que, balón que llega a sus manos, balón que vuela a canasta.

Pero que las figuras no tiren del carro no justifica del todo este comienzo. El entrenador tendría mucho que explicar al respecto.

Siempre he considerado a McMillan un entrenador del montón al que la fama de sargento le sirve para hacer creer que tiene todo controlado. Sólo hay que ver un partido como el de ayer para darse cuenta de que no es capaz de reaccionar con celeridad y precisión cuando las cosas empiezan a torcerse, confiando en exceso en que los jugadores salgan solitos del lío... y un entrenador, a mi modo de ver, no es eso. Dejando fuera el que Sergio juegue o no más minutos (el canario tiene tal lío mental que ha dejado de ser el que fue para conventirse en un jugador gris, sin la chispa que le hizo llegar a la NBA) y que a Rudy no le den un balón (Roy parece celoso del trato que le dispensa su afición al español); lo que yo veo que falta por pulir en este equipo es que en el quinteto inicial se juegue o se intente jugar en equipo (la acertada, por fin, inclusión del francés Batum con los titulares ha cohesionado el cinco) y que la "segunda unidad" sea de patio de colegio, cada uno haciendo la guerra por su cuenta y balón que cojo balón que me juego (casi todos esos balones acaban siendo melones, por supuesto). Todo con el beneplácito de McMillan (todavía recuerdo como el año pasado le dijo a Outlaw-"lider" de la "segunda unidad" que tenía patente de corso para tirarse todo lo que quisiera... lamentable para un entrenador profesional, sobre todo confiando en un jugador unidimensional y supravalorado).

Con todo y con esto confío en que se enderece un poco el rumbo. Y todo pasará porque Roy esté al 100% físicamente y centrado, porque Aldridge sea más agresivo, porque Oden vuelva pronto con 15 kilos menos, sin miedo y con ganas de comerse el mundo, porque el resto del equipo se de cuenta que Rudy puede ganar él solito unos cuantos partidos... y porque Martell Webster (del que no he hablado nada, pero creo que es el pegamento perfecto para el quinteto titular, siempre que esté Oden o que LaMarcus se pegué en la pintura... puede ser todo un "killer" desde detrás del arco) vuelva con confianza tras su lesión en el pie... Y sobre todo, porque McMillan ponga en práctica lo que aprendió este verano de Mike D´Antoni en Pekín (experiencia que él mismo comentó que le había hecho crecer como entrenador)... veremos si es verdad.

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